Conjunto de Proyecciones Folklóricas "Estampas de mi Panamá"  
 
  Darién 02-02-2025 00:47 (UTC)
   
 
Bunde:

El Bunde: se baila en las festividades de navidad, del 24 de diciembre al 6 de enero. Es una danza que se baila por parejas que se sustituyen frente a una imagen de niño que representa al Niño Dios. El baile consta de una sola figura, la pareja comienza a bailar frente al niño unos 5 pasos delante de él. Con los brazos un tanto levantados se dan 4 pasos hacia delante haciendo una breve flexión como saludo y luego se da media vuelta. Una vez despaldas al niño se dan otros 4 pasos hacia atrás como la primera vez. Las vueltas para dentro y para fuera. El procedimiento se repite hasta que otra pareja reemplace a la que está bailando. El baile no es más que una danza religiosa alegre y continuamente animada con real fervor.

Los instrumentos que se utilizan para ejecutar El Bunde son: un cajón que se golpea con dos baquetas al mismo tiempo, un tambor que se toca con las manos y un par de maracas. Los instrumentos repiten la misma persecución sin adornos ni independencia de modo sincronizado e indefinido. Canta una solista y un coro, Todos los participantes, cantantes, tocadores, bailadores, se colocan de frente en línea recta debido a que el baile es un ir y venir. Las melodías aunque distintas para cada canto son siempre de la misma medida y ritmo. Las otras tonadas no son más que todo tipo de villancico.


 
Bullerenge:
El bullerengue es uno de los bailes más antiguos y conserva características muy africanas. En las poblaciones que fueron antiguos palenques, sus melodías conservan rasgos melódicos que recuerdan cantos fúnebres.
El bullerengue es uno de los bailes cantaos más antiguos y, como tal, conserva características muy africanas en su construcción. En las poblaciones que fueron antiguos palenques, sus tonadas retienen rasgos melódicos cercanos a los cantos fúnebres. Este baile cantao se cultiva en Antioquia, en Córdoba y en Bolívar, así como en la provincia del
Darién, en Panamá.
Los conjuntos de bullerengue están conformados por una voz entonadora –en la mayoría de los casos, femenina– y un grupo numeroso de respondedores y respondedoras que van marcando el pulso con palmas, tablitas y totumas. El acompañamiento principal lo realizan dos tambores de amarre: tambor alegre o tambor hembra y tambor llamador o tambor macho. Éstos son fabricados en maderas de banco, ceiba, caracolí o carito. El parche se monta con una piel de chivo, de venado o de carnero que se tensiona con cuñas de madera de guásimo y con bejuco de malibú.


El tambor macho es el encargado de hacer el llamado que da la pauta a la entrada de la percusión, y continúa de manera simétrica, marcando contratiempos durante el transcurso de la pieza. El tambor hembra despliega repiques o revuelos que van dialogando con la melodía de la entonadora. En las grabaciones realizadas en años recientes, ha sido frecuente el uso simultáneo de dos tambores alegres, separando los diferentes planos tímbricos asumidos por este instrumento; también se han adicionado la maraca y la tambora de doble parche, especialmente en las piezas de tempo acelerado.
El canto


Los bullerengues tradicionales inician con la intervención de la voz entonadora en una melodía de carácter expositivo, que cumple la función de alertar y refrescar la memoria del coro, dando la pauta para su respuesta sucesiva. La entrada de los pregones de la cantaora, se cruza, generalmente, con el final de la participación del coro y se extiende hasta después de la siguiente intervención de los respondedores. Esta forma de pregonar se conoce como pisar el coro. Los pregones son construidos sobre coplas de origen popular o producto del repentismo del intérprete.
Las maestras bullerengueras componen sus canciones mientras realizan sus labores cotidianas. Con frecuencia, cantan respondiéndose a ellas mismas, cuando no están acompañadas de su grupo o cuando están enseñando canciones a sus alumnos. La temática utilizada en los coros de bullerengue está muy ligada a esta cotidianidad: le cantan al dolor, a sus hijos, a sus labores, a las penas, a la naturaleza, a la muerte. Los pregones tienen una mayor libertad literaria y allí es frecuente encontrar la temática del amor y el desamor, la picaresca y el doble sentido. No siempre existe coherencia interna entre la temática del coro y los versos del pregón. Más bien, éstos son producto del ingenio, de la memoria y del repentismo del intérprete.


Usualmente, las cantaoras hacen adaptaciones sobre piezas tradicionales con mucho sentido de pertenencia hacia éstas. Se pueden escuchar letras diferentes para una misma tonada y diferentes tonadas para un mismo texto. Quien compone las tonadas o los versos de bullerengue y quienes hacen versiones sobre bullerengues tradicionales son llamados, en el entorno bullerenguero, "los dueños" de las piezas.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Danzas de Corpus Christi, Folklore de varias provincias, palo de mayo, danza de diablo espejo, cachimba, danzas indigenas, etc.
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